martes, 6 de enero de 2009

A vosotros niños, adolescentes y jóvenes...

Afianzados en esta esperanza nos dirigimos, ante todo a vosotros, niños, adolescentes y jóvenes para que en la elección de vuestro futuro acojáis el proyecto que Dios tiene sobre vosotros: sólo seréis felices y plenamente realizados si os disponéis a realizar el plan del Creador sobre la criatura. ¡Cuánto desearíamos que este escrito fuese como una carta dirigida a cada uno de vosotros, en la que pudieseis sentir, con la ayuda de vuestros educadores, la solicitud de la madre-Iglesia para cada uno de sus hijos, esa solicitud tan particular que una madre tiene para sus hijos más pequeños. Una carta en la que podáis reconocer vuestros problemas, la preguntas que anidan en vuestro corazón joven y las respuestas que vienen de Aquél que es el amigo perennemente joven de vuestras almas, ¡el único que os puede decir la verdad! Sabedlo, queridos jóvenes, la Iglesia sigue ansiosa vuestros pasos y vuestras opciones. Y qué hermoso sería si esta carta suscitase en vosotros alguna respuesta, para un diálogo continuo con quien os guía...
Del documento "Nuevas vocaciones para una nueva Europa" 1997)

No hay comentarios:

Publicar un comentario