Quieres entregarte por completo a Dios; desde ahora no te pertenecen tus ilusiones, tu vida, tus proyectos, el amor, la compañía, el honor, el dinero, la fama... Siempre que los persigas estarás apartándote de la Llamada.
La vocación, la llamada de Dios no se pierde, pero puedes dejar de oirla si no permeneces fiel diariamente a tu entrega total, a los propósitos que te marcas por encima de las dificultades.
Las dificultades, miedos y sufrimientos son inherentes a la vocación. De ahora en adelante cuenta con ellos, vendrán momentos de aburrimiento, de soledad, de dudas, incomprensiones de quienes te rodean... Pero la recompensa merece el esfuerzo del camino
La perfección no es de este mundo y lo que importa es tu esfuerzo cotidiano de superación, no los frutos.
El desánimo es la tentación de abandonar lo grande. No te desanimes si te sientes incapaz de salvar al mundo, de ser lo suficientemente generoso. No te desanimes si ves a tu alrededor la dejadez de algunos consagrados, cuando te encuentres sólo en tu ideal, cuando veas la indiferencia de los que deberían ser mejores.
Sin una vida constante de oración, sin la amistad con Dios, pronto estarás más cerca del "suelo" que del "cielo" y no merecerá la pena tu sacrificio de hoy.
Una tentación constante en tu vida va a ser la de recuperar aquello que hoy dejas. La renuncia ha de ser gozosa y libre, no amarga y resignada.
Y recuerda diariamente que la felicidad en la vocación depende directamente de la radicalidad en la entrega. Dios jamás defrauda a quien pone "toda la carne en el asador" por la construcción de su Reino.
Muchísimas gracias por ser mensajero de Dios tengo días con esa gran duda y no había podido entender que es lo que debo de hace pero almeno ya tengo una guía que Dios les bendiga
Muchísimas gracias por
ResponderEliminarser mensajero de Dios tengo días
con esa gran duda y no había podido
entender que es lo que debo de hace pero
almeno ya tengo una guía
que Dios les bendiga