miércoles, 23 de diciembre de 2015

Nueva pagina de Facebook

Buenas os anuncio que este blog tiene una nueva pagina de facebook que se llama "Blog vocaciones cristo te llama" y que esta ya en movimiento.

Os pido que os paseis por ahi y le deis a me gusta a ver si formamos una buena comunidad y un lugar de encuentro en la nueva pagina.

“Bendita”

María ha llegado aprisa desde Nazaret a visitar a su prima Isabel, es un gesto de caridad, a pesar de estar ya embarazada y exponerse a los peligros del camino, para ayudarla. Ambas son agraciadas por el Señor con una concepción milagrosa. Y ambas se manifiestan agradecidas por este magnífico don divino. En la salutación Isabel califica a María como “dichosa” feliz, bienaventurada porque ha creído y se ha fiado de Dios. A la luz de estos textos preparemos la fiesta de la Natividad de Jesucristo. Para un cristiano  no es solo una fiesta folclórica y familiar. Celebra el misterio de Jesucristo, el Dios eterno se hace hombre, nace entre nosotros, para ofrecernos la salvación. Esto es posible gracias a la disponibilidad vocacional de la Virgen María, que se ofrece también a Dios Padre para cumplir su voluntad. Como Cristo, como María y como otros muchos hermanos y hermanas a lo largo de la historia en la Iglesia, deberíamos decir con el testimonio diario de nuestra vida: ¡Señor cuenta conmigo! Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

lunes, 21 de diciembre de 2015

Ya cerquita de la Navidad...

.... os  quiero desear un felicisima Navidad llena de alegría, familia y de lo mas importante de Dios.

Y lo hago con este vídeo que nos recordara el espíritu de la Navidad de manos del Papa Francisco.


viernes, 18 de diciembre de 2015

Signos de la vocación sacerdotal

1. Responsabilidad sobre la vocación

¿Cuál es el fondo de toda vocación sacerdotal? ¿Cómo se explica una vocación al sacerdocio? No hay otra causa sino la preferencia voluntariamente querida de Alguien, y ese alguien es Cristo. El querer ser como Él, el querer prolongar su vida, llenar el mundo de su amor, y hacer su nombre conocido y amado. Cristo está en el origen y en la fuerza de cada vocación. Nada fuera de esto puede dar una explicación del por qué jóvenes generosos, llenos de cualidades, se deciden a dejarlo todo por una vida que conscientemente saben es dura, durísima, y la abrazan precisamente porque es dura. La vocación de Javier, de Luis Gonzaga, de Estanislao, que renunciaban a todo lo hermoso que el mundo podía ofrecerles.
Quia amo Christum (puesto que amo a Cristo) es la respuesta común. ¿Qué ha hecho Cristo por mí? ¿Qué he hecho yo por Cristo? ¿Qué puedo hacer por Cristo?, es la pregunta que ellos se hacen.
Y al ver el mundo moderno caer en la impiedad…
 La mejor juventud se plantea el problema, ¡y continuamente nuevos soldados se incorporan al ejército de Cristo!
El Espíritu de Jesús sopla en el fondo de las almas y hace ver lo que a la pura luz de la humana inteligencia jamás aparecería claro.
Así, en el origen de cada vocación está el amor a Cristo, amor fecundado por el Espíritu Santo: eso es lo que explica el sacerdocio católico.


2. La respuesta: Jóvenes y jóvenes
 ¿A quiénes? A los generosos, esforzados, heroicos. No es que todos los que no van por el camino de la vocación no sean generosos. Porque hay muchos generosos que ven que su misión es el mundo, que creen que ése es el campo donde han de ejercer su misión apostólica.
Si tienes una inquietud espiritual en orden a la vocación, ¿no comprendes que deberías pensar en ella?
¿Cuáles son las respuestas?
a. Muchos no quieren pensar, no quieren oír hablar del problema y, ya lo sabemos, no hay peor sordo que el que no quiere oír. Teniendo oídos para oír no oyen, ojos para ver no ven…

b. Otros, jóvenes rectos, puros, de alma bien intencionada, siguen a aquel joven judío que nos describe… (cf. D. Lord, El llamamiento de Cristo ). Quisieran seguir siendo buenos, aún más, quisieran hacer algo por Cristo, pero cuando llegan a conocer la realidad de la perfección evangélica, los sacrificios que impone. Si quieres ser perfecto… (cf. Mt 19,16-22), vuelven las espaldas y tristes acuden a sumirse en su vulgaridad. ¡Cuántas veces se repite el triste caso! Mandamos una carta, una de tantas: Padre, soy uno de esos. He conocido el camino, he oído la voz, pero me encuentro sin fuerzas…
¡qué poca generosidad! Y ¡qué triste debe ser comenzar la vida habiendo conocido cuán bueno y cuán bello es el Señor, cuánto ha hecho por mí, y negarle conscientemente el primer sacrificio que me pide!
c. Otros, en cambio, quieren hacer el uso más bello de su vida, comprenden que lo que salvará al mundo, más que grandes estadistas, y grandes guerreros… es una generación de santos, abrazan generosamente el sacerdocio. ¡Qué vidas tan bellas, tan plenas!

(Tomado del libro “La búsqueda de Dios” de San Alberto Hurtado)

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Testimonio Sacerdotal

Luis de la Calle

La vocación a ser sacerdote es un verdadero misterio, ni siquiera yo mismo lo podré nunca explicar bien pero hagamos la prueba.
Antes de nada, entendamos bien que es Dios el que llama a esta vida tan particular, y no es que a uno se le ocurra por iniciativa propia: el mayor error sería justamente ese, de creernos nosotros los que hemos “tomado la gran decisión”… Sí, es verdad que le hemos respondido, y le tenemos que responder si nos llamara; pero ciertamente que no viene de nosotros, ya que Jesús lo dice claramente: “No fueron ustedes los que me eligieron, sino Yo quien los elegí”.
Y ¿cómo es que te das cuenta de la llamada? ¿Cómo es que le “respondes”? Porque para poder responder hace falta “darse cuenta”, escuchar algo… ¿Cómo fue la suya, Padre?
Me llamo Luis Maria, y mi apellido es De la Calle, que no quiere decir que sea un callejero cualquiera… Ahora, por pura misericordia de Dios soy el Padre Luis, y ya llevo 4 años de sacerdote.
Lo que les voy a contar es ese asunto tan interesante, intrigante quizás, y tan difícil de explicar.
Resulta que yo fui a San Rafael, Provincia de Mendoza, en Argentina, donde se encuentra nuestro Seminario y todas las primeras Casas Religiosas; y concretamente me fui con mi familia al Noviciado, es decir, el lugar donde se ingresa a la vida religiosa. Y he aquí que yo tenía tan solo 12 años.
Es la historia de una vocación juvenil, un niño al que le gustaba más que nada jugar a la pelota. Y Jesús me dio la Luz y la Fuerza para entenderlo y seguirlo.
Me contaron los padres que existía el Seminario Menor, para los chicos que querían ser sacerdotes, misioneros y amigos entre sí. Yo me informe naturalmente, un poco más. Y una vez que me contaron rápidamente las actividades normales de un niño con vocación, me dijeron: “Puedes entrar, si quieres."


Yo entre inmediatamente a la Capilla a rezar… Necesitaba justamente que Alguien me lo dijera claramente, salí de la Capilla y les dije a mis padres y a los Padres que sí; que me quedaría en ese Seminario. A la pregunta natural que surge: “¿Y tus papas que pensaron?” tengo que responder, que ellos fueron los más agradecidos y orgullosos de todos.
No fue todo cuestión de un impulso pasajero, porque de hecho no entre inmediatamente.
Hice todo como habíamos quedado con Jesus, y hacia allá me dirigí: al Seminario que me prepararía para ser lo que ahora soy. ¡Gracias Señor! Mil gracias, porque fuiste vos el que organizaste toda mi vida, y ahora estoy simplemente felicísimo de no haberme negado a Tu llamada!
Quien sienta el llamado, no tenga miedo: anímese; pruebe… y no se va a arrepentir.

Padre Luis de la Calle, Misionero del IVE

jueves, 10 de diciembre de 2015

Conozca el testimonio del misionero español superviviente del ciclón Pam


El misionero español Antonio López García-Nieto se encuentra a salvo en Vanuatu después de que el ciclón Pam azotara el pasado fin de semana esta nación del Pacífico Sur.

La tormenta tropical de categoría 5 sobre 5 ha dejado 11 muertos, desplazado el 70% de la población y el corte de la mayoría de las comunicaciones en el país.

El sacerdote corazonista Antonio López trabaja desde los 18 años en distintos países del Pacífico sur, como Nueva Caledonia y Uvea, pero lleva desde 2001 en la isla de Tanna, una de las regiones más cercanas al epicentro de la tormenta tropical, al Sur del archipiélago Vanuatu (Oceanía). Allí el sacerdote enseña en los cursos superiores y además realiza labores sanitarias en Lowanatom, donde vive en comunidad con un hermano canadiense y otros dos de Vanuatu.

"Renace la alegría en las islas lejanas, en los confines del mundo, en las tierras de Oceanía. Soy misionero en la República de Vanuatu, en plena Melanesia. Llegué a estas islas cuando tenía 18 años, como joven religioso Hermano del Sagrado Corazón.

Hoy tengo 56 años y estoy ejerciendo mi apostolado en la misión católica de Lowanatom.
 Mi misión es anunciar el Evangelio especialmente entre los jóvenes por medio de la educación. Soy profesor de lengua francesa, historia y religión, además de realizar otros servicios en el colegio.

Mi vida está marcada por los jóvenes a los que quiero con locura y a los que me entrego sin reparar en fatigas. Esta misma semana, en el estudio de la noche que es cuando me dedico a curar heridas y atender a los enfermos, una de mis alumnas me preguntaba: "¿Hermano, no está cansado de todo el trabajo de este día? ¿Por qué, además, tiene ánimo para venir a curarnos?" Yo le respondí muy sonriente: "Esto no tiene misterio, es porque os quiero. Vosotros sois la razón de mi vida." A lo cual, ella me respondió muy sonriente: "Nosotros también te queremos mucho. Muchas gracias".

La alegría del Evangelio, según mi experiencia, no consiste en pasar la vida sin tener problemas, sin tener que superar dificultades. La alegría del Evangelio consiste en hacer todo con mucho amor. Es poner el corazón en todo, hasta en las cosas más pequeñas. La alegría del Evangelio consiste en sonreír aunque a veces se llore en el alma, aunque la fatiga y el cansancio hagan acto de presencia.

Como misionero educador, he tenido y tengo que pasar por muchas dificultades tantas veces debidas a la diferencia de cultura y de mentalidad de la sociedad melanesia en la que vivo, a la pobreza y falta de medios para realizar mi labor, a la incomprensión y a veces incluso al rechazo. El secreto de vivir feliz y alegre es sentirme muy unido a Jesucristo que es el motor de mi vida, es meditar y saborear cada día el Evangelio, es vivir en fidelidad mi consagración al Señor, es abrir mi corazón de par en par a los jóvenes a quienes he sido enviado.

 El Señor colma cada día mi vida. ¡Cuántas veces me sorprendo a mí mismo con una oración espontánea que brota de mi corazón alabando a Dios por todo lo que hace en mí y a través de mí cada día, por la dicha de haber sido llamado a la vida consagrada al servicio de los jóvenes, por haberme dado la vocación misionera, por haberme enviado a estas islas perdidas en medio del océano Pacífico! ¡Me siento un privilegiado! ¡Cada día renace en mí la alegría y la gratitud!"

sábado, 5 de diciembre de 2015

Tómate en serio el adviento

Proponte algún propósito, ofréceselo a Jesús algo que te cueste un poco y te ayude a ser mejor...ánimo te sentirás mejor.

jueves, 3 de diciembre de 2015

¡¡¡¡Hoy dia de San Francisco Javier es el dia de la vocación misionera!!!!





Soy el Padre Federico, tengo 34 años, soy argentino y pertenezco al Instituto del Verbo Encarnado, que es una Congregación Religiosa que, por carisma, va “a donde nadie quiere ir” para “restaurar, íntegramente, en Cristo, todas las cosas” .

¿Cómo descubrí mi vocación? Cuando estudiaba la carrera universitaria, me empecé a plantear qué iba a hacer de mi vida. Se me presentaban muchas opciones y muy valiosas si se las veía humanamente. Tenía una bella familia, buenos amigos, una novia, jugaba al rugby, trabajaba, viajaba, estudiaba algo que me gustaba… pero en mi interior latía una aspiración hacía algo mucho más alto, es decir, un gran ideal de heroísmo.
No me conformaba simplemente con “hacer algo que me gusta”. Eso me parecía muy poca cosa… No quería lucrar ni acumular placeres terrenos ni los aplausos del vulgo sino vivir una existencia heroica para Dios y para bien de los demás. Quería eso: ¡ser un héroe!
La verdad es que NO quería un modelo de santidad asociado a la vida ordinaria, común y corriente, sino que ansiaba la aventura misionera , vivida con toda radicalidad. Nunca me entusiasmó la idea de santificarme en una oficina, llevando causas judiciales, haciendo cuentas o, menos aun, comerciando. Quería, en cambio, vivir una vida de grandes hazañas por la salvación de las almas, en las tierras lejanas donde aun se ignora a nuestro divino Salvador… Ese era (y es) el anhelo profundo de mi alma.. Mi aspiración era (y es) la de vivir una epopeya evangelizadora en los dominios del mundo pagano. No quería el reposo de una vida “sin sobresaltos” sino pasar muchos peligros por Cristo y por la salvación de las almas.
Me daba cuenta que el supremo heroísmo es dedicarse por entero a llevar a los demás al Paraíso. . Hay miles de pueblos que aun no conocen a Dios, que no tienen la Misa ni la Confesión ni la Fe verdadera y que no conocen a la Virgen… Y entonces lo ví muy claro: ¡Dios me llamaba a ¡ser Misionero! ¡Y serlo para toda la vida!
Pero ¿y mi Patria? Veía claro que los patriotas quieren que su Patria esté llena de glorias y hazañas. Y ví entonces que es una gloria para la Patria el hecho de que salgan Misioneros para convertir al mundo entero.
Así fue que entré al Seminario, en el cual día a día crecían mis fervientes deseos de ir a la Misión. Luego me mandaron a estudiar a Roma, para prepararme.

En 2012 me ordenaron Sacerdote. Pedí a mis Superiores a ir a misionar a algún país donde no conozcan nada sobre Dios, para ir a ganarlos para la Iglesia y para Dios, para llevarlos al Paraíso.


Hace casi un año que estoy misionando. Estoy aprendiendo el chino mandarín y tratando de ganar para Cristo a aquellos que aun no tuvieron la dicha de conocerlo, que acá son la mayoría . Voy a visitar sus casas. Incluso voy a buscarlos a los templos idolátricos. Los voy a buscar para invitarlos a que vengan a conocer a nuestro Señor. La Misión es algo magnífico.

Desarrollo mi Misión en dos parroquias de Taiwán, en la ciudad de Taichung. Estoy con otro Sacerdote, quien esta acá hace 20 años y me está enseñando mucho. Trabajamos para evangelizar como 400.000 almas y solo somos ¡dos misioneros!,

Queremos llegar a todas estas almas, sea como sea con un saludo, una bendición, la plegaria, una estampa o el ejemplo de vida cristiana. Otro medio de llegar a muchos es rezando el Rosario en la vía pública.
Sumaré otros medios todo lo que sea que el Espíritu Santo me inspire. De todos modos, más allá de los medios apostólicos, lo principal es la celebración de la Misa, que es el mismo punto focal de toda la actividad misionera. Gracias a Dios estoy celebrando la Misa en chino, que es un idioma fascinante.

Hace poco pudimos hacer apostolado con un Gurú pagano, quien en nuestra parroquia rezó el primer ave María de su vida. Esperemos que se convierta.
Hace no tanto hice mi primer Bautismo en estas tierras… Pero, no son todas buenas noticias: el otro día visitando la casa de unos tailandeses, ví con espanto cómo ellos interrumpieron la conversación conmigo para ir a hacer un rito ocultista, en medio de unos gritos horrendos… ya estamos tratando de atraerlos a Cristo.
 La vez pasada les enseñé la señal de la cruz a algunos
Como verán, esto es un desafío enorme y que llena de gozo mi alma sacerdotal estoy feliz de misionar en el Extremo Oriente.

Termino convocando a los jóvenes a ser grandes Héroes. Recordemos aquello que escribió el poeta Paul Claudel, “la juventud no está hecha para el placer, sino para el heroísmo”. No se olviden las palabras de Cristo: “Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos” (Jn XV, 13).
Y no se olviden que el máximo heroísmo es salvar las almas. ¡Un solo misionero puede llevar millones de almas al Cielo!

P. Federico
Misionero en Extremo Oriente
Taichung, Taiwan