miércoles, 27 de septiembre de 2017

Ingeniera espacial de la NASA dejó todo para ser monja católica


Libby Osgood trabajaba como ingeniera aeroespacial en la NASA y como profesora en una universidad de Estados Unidos hasta que decidió dejarlo todo para ser religiosa.  
El pasado 26 de agosto, esta ingeniera de 34 años ingresó como novicia a la Congregación de Notre Dame, cuyo carisma es la educación.
Osgood comenzó a trabajar como ingeniera de sistemas en la NASA cuando tenía 23 años. Su primer trabajo era asegurarse que los científicos llenaran los papeles necesarios para verificar que un satélite se lanzara como estaba previsto.
Después fue creciendo en su carrera, pero no profesaba ni practicaba su fe en el trabajo ya que este era un tema del que no se podía hablar abiertamente. Incluso tenía que colocar debajo de su ropa el crucifijo que heredó de su abuela.  
"Cambiar, decir a los otros que siempre he llevado cruces, que siempre he ido a la misa nunca ha sido un secreto, pero admitir ante la gente que la Iglesia y Dios son una parte muy grande de mi vida es algo que no había hecho”, relató a CBC News.
En el año 2012 Osgood comenzó a considerar el llamado a la vida religiosa. Una de las experiencias que marcó su fe y la ayudó a tomar una decisión respecto a su vocación fue cuando visitó la ciudad el hermano jesuita Guy Consolmagno, doctor en Ciencias Planetarias, astrónomo y actual director del Observatorio Vaticano.
Al escucharlo, la joven pudo abrir su mente a la idea de que “la ciencia y religión pueden coexistir”. Admitió que tenía dudas sobre hacerse religiosa porque “me gustaba demasiado la ingeniería, pero me di cuenta de que podía ser una ingeniera y una monja a la vez”.
Osgood comentó que cuando ella anunció su decisión de ser religiosa, otros científicos que creían en Dios le enviaron mensajes de apoyo.
La joven canadiense estará durante dos años haciendo el noviciado en la casa de la Congregación de Notre Dame en Nueva York y después de tomar sus votos planea regresar a Charlottetown para desarrollar su labor pastoral como religiosa y retomar su trabajo como profesora en la UPEI.
“Me siento tan llena. Siento como si antes tenía dispersas muchas piezas de rompecabezas y ahora todas encajan. Con la perspectiva de la ciencia y la religión, estoy profundizando en mis dos pasiones y viendo cómo otras personas las han unido”, expresó.

viernes, 22 de septiembre de 2017

Espiritualidad Agustiniana 2/2


¿Que es el Carisma?

Podríamos decir que el carisma es la personalidad de una comunidad religiosa, aquello que lo hacer ser lo que es, le da identidad y a la vez lo diferencia de otra forma de espiritualidad en la Iglesia. Se trata de un don singular que Dios otorga para que los consagrados y consagradas den testimonio de Cristo enfatizando una realidad concreta de Dios.

¿Y Cual es el Carisma de los Agustinos Recoletos?

Lo podemos enunciar así: Es el amor a Dios sin condición, que une las almas y los corazones en convivencia comunitaria de hermanos, y que se difunde hacia todos los hombres para ganarlos y unirlos en Cristo dentro de su Iglesia. Para entenderlo mejor, podemos decir que el carisma Agustino Recoleto se compone de tres elementos o más agustinianamente de tres amores, a saber: contemplación, comunidad, apostolado (amor casto, amor ordenado y amor difusivo).

Con­tem­pla­ción: “amor casto” La con­tem­pla­ción es la na­tu­ral atrac­ción que Dios ejer­ce sobre el ser hu­mano. Dios es irre­sis­ti­ble, tanto que no po­de­mos dejar de verlo, es­cu­char­lo, sen­tir­lo, ad­mi­rar­lo y amar­lo. Nos des­cu­bri­mos de­pen­dien­tes de Dios, le ne­ce­si­ta­mos, le bus­ca­mos y nos en­tre­ga­mos a él. La es­pi­ri­tua­li­dad agus­ti­nia­na en­tien­de esta con­tem­pla­ción como vida para Dios, vida con Dios, vida en Dios y vida de Dios mismo.

Co­mu­ni­dad: “amor or­de­na­do” Cuan­do el ser hu­mano se en­cuen­tra con Dios el gozo que pro­du­ce este en­cuen­tro y el amor que oca­sio­na son tan gran­des, que no queda otro ca­mino que com­par­tir­los, por eso la di­men­sión co­mu­ni­ta­ria nace de la di­men­sión con­tem­pla­ti­va, por­que la per­so­na hu­ma­na no puede vivir en so­le­dad ab­so­lu­ta y Dios mismo es co­mu­ni­dad tri­ni­ta­ria. La con­tem­pla­ción tiene tal fuer­za de unión que hace de los aman­tes de Dios una sola alma y un solo co­ra­zón.

Apostolado: “amor difusivo” El hombre o la mujer agustiniano (a), que por la contemplación se consagra a Dios y comparte su vida en comunidad, se siente también impulsado a comunicar la verdad de Dios. Por eso el agustino recoleto va a donde la Iglesia lo necesite. El objetivo último es llevar a cabo la misión que Cristo coloca a su Iglesia: “Id pues, y haced discípulos a todas las gentes…” (Mt 28,19), que trabajemos para que todos amen a Dios y se amen como hermanos. Por ende la característica más visible en esta dimensión es el servicio, porque como dice el mismo Agustín “quien no vive para servir, no sirve para vivir”.

martes, 19 de septiembre de 2017

Espiritualidad Agustiniana 1/2

¿Qué es un Agustino Recoleto?

ORDEN
Significa que somos una organización de vida religiosa reconocida por la Iglesia que tiene una amplia historia y cuyos miembros viven en comunidad, dedicando sus vidas y esfuerzos a Dios bajo la orientación de una “regla” de vida, es decir unos criterios dados por nuestro fundador, San Agustín.

AGUSTINOS
El nombre nos viene de nuestro inspirador: San Agustín, a quien llamamos cariñosamente “nuestro padre”, gransanto que vivió entre los siglos IV y V y que con sus numerosos escritos y experiencia de vida ha influido toda la historia de la Iglesia. Su ideal fue la entrega y el amor de Dios a través de la vida en comunidad y al servicio de la Iglesia, lo cual lo lleva a fundar monasterios de varones y mujeres y a dictar toda una doctrina sobre la vida religiosa.

RECOLETOS
Hace referencia a un movimiento espiritual surgido a finales de la edad media que, inspirado por Dios, buscaba más radicalidad, más compromiso, más fidelidad y coherencia de vida en todos aquellos que se habían consagrado a Dios. El término significa recogimiento e indica una actitud especial de conversión hacia Dios en la continua consideración en la historia personal de su amor y en el permanente deseo de seguir a Cristo como centro de la vida.

¿Cual es el Estilo de Vida Religiosa?
Vivimos una experiencia de seguimiento de Jesús muy particular conocida también como “consagración”, es decir la entrega total a Dios de manera exclusiva y radical. Nace de una acción divina: Dios llama a una persona para dedicársela a Si mismo y al mismo tiempo, da la gracia de responder profunda y libremente. La resultante es una alianza de mutuo amor y fidelidad, de comunión y misión para gloria de Dios, realización de la persona consagrada y salvación del mundo. Jesús mismo es Aquel a quien el Padre consagró y envió en el más alto de los modos, por eso el religioso o consagrado entrega su vida a Dios como Jesús lo hace: dependiendo del Padre, amándole sobre todas las cosas y entregado por entero a su voluntad. Y aunque estos aspectos de entrega son comunes a todos los cristianos, los consagrados los enfatizan a través de la “profesión” o compromiso total de los llamados “consejos evangélicos” o “votos”: castidad, pobreza y obediencia.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Que te movió para que a los 18 años lo dejes todo y te entregues al Señor, rodeada de un mundo que te ofrece de todo, como es en el que vivimos?

Yo, soy de Ciudad Real, vengo de una familia practicante, de un entorno católico. Un verano, en julio nos fuimos mis padres y mis hermanos a Navarra y un día habían planificado una visita al monasterio de Leyre, masculino, y yo allí sentí una gran paz, como quien ha encontrado algo que siempre ha buscado, como si encajase, sentí este es mi sitio, eso en el entorno del monasterio, cuando pasamos a la iglesia, el sentimiento se multiplico por mil, estaba como en una nube. Había oído hablar de la regla de san benito, a un que no conocía la existencia de benedictinos, y me imaginaba un libro viejo y grande y cuando vi en la iglesia que era un libro pequeñito sin saber mucho por que le pedí a mi madre que me lo comprase, yo de aquella tenia 16 años y durante el viaje, en el coche, antes de dormir...yo me leí ese librito de arriba a abajo, y algo me llamaba, la austeridad, la vida ordenada, orante...a un que muchas cosas no las entendía. Pasaron los meses a veces decía ¿donde me estoy metiendo? Otras veces decía ¡lo que sea Señor, lo que tu quieras!
En septiembre me puse a buscar por internet, donde había benedictinas, ví muchas paginas, la de las de Cuenca esta muy bien, por cierto. Cansada de buscar por internet dije pongo benedictinas España y la primera que salga, con esas me comunico. Salieron las de Sahagún y las segundas las de león. Escribí a las dos un correo haciéndoles preguntas sobre las cosas que no entendía de la santa regla, tras un par de correos, solo mantuve relación con Sahagún y así fui comunicando mi inquietud, en octubre le dije a mis padres que tenia esto entre manos y los dos años de bachillerato me sirvieron para darme tiempo para discernir y también para conocerlas. Las visité en tres ocasiones dos de las cuales duraron una semana cada una.

domingo, 10 de septiembre de 2017

jueves, 7 de septiembre de 2017

Espiritualidad Monástica: Prólogo a la Regla de San Benito (3/3)

35 Al terminar sus palabras, espera el Señor que cada día le respondamos con nuestras
obras a sus santas exhortaciones. 36 Pues para eso se nos conceden como tregua los días de
nuestra vida, para enmendarnos de nuestros males, 37 según nos dice el Apóstol: «¿No te
das cuenta de que la paciencia de Dios te está empujando a la penitencia?» 38
Efectivamente, el Señor te dice con su inagotable benignidad: «No quiero la muerte del
pecador, sino que cambie de conducta y viva». 39 Hemos preguntado al Señor, hermanos,
quién es el que podrá hospedarse en su tienda y le hemos escuchado cuáles son las
condiciones para poder morar en ella: cumplir los compromisos de todo morador de su
casa. 40 Por tanto, debemos disponer nuestros corazones y nuestros cuerpos para militar en
el servicio de la santa obediencia a sus preceptos. 41 Y como esto no es posible para nuestra
naturaleza sola, hemos de pedirle al Señor que se digne concedernos la asistencia de su
gracia. 42 Si, huyendo de las penas del infierno, deseamos llegar a la vida eterna, 43 mientras
todavía estamos a tiempo y tenemos este cuerpo como domicilio y podemos cumplir todas
estas a cosas a luz de la vida, 44 ahora es cuando hemos de apresurarnos y poner en práctica
lo que en la eternidad redundará en nuestro bien.
45 Vamos a instituir, pues, una escuela del servicio divino. 46 Y, al organizarla, no
esperamos disponer nada que pueda ser duro, nada que pueda ser oneroso. 47 Pero si, no
obstante, cuando lo exija la recta razón, se encuentra algo un poco más severo con el fin de
corregir los vicios o mantener la caridad, 48 no abandones en seguida, sobrecogido de
temor, el camino de la salvación, que forzosamente ha de iniciarse con un comienzo
estrecho. 49 Mas, al progresar en la vida monástica y en la fe, ensanchado el corazón por la
dulzura de un amor inefable, vuela el alma por el camino de los mandamientos de Dios. 50
De esta manera, si no nos desviamos jamás del magisterio divino y perseveramos en su
doctrina y en el monasterio hasta la muerte, participaremos con nuestra paciencia en los
sufrimientos de Cristo, para que podamos compartir con él también su reino. Amén.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Espiritualidad Monastica: Prologo a la Regla de San Benito (2/3)

 19 Hermanos amadísimos, ¿puede haber algo más dulce para nosotros que esta voz del Señor, que nos invita? 20 Mirad cómo el Señor, en su bondad, nos indica el camino de la vida. 21 Ciñéndonos, pues, nuestra cintura con la fe y la observancia de las buenas obras, sigamos por sus caminos, llevando como guía el Evangelio, para que merezcamos ver a Aquel que nos llamó a su reino.
22 Si deseamos habitar en el tabernáculo de este reino, hemos de saber que nunca
podremos llegar allá a no ser que vayamos corriendo con las buenas obras. 23 Pero
preguntemos al Señor como el profeta, diciéndole: «Señor, ¿quién puede hospedarse en tu
tienda y descansar en tu monte santo?» 24 Escuchemos, hermanos, lo que el Señor nos
responde a esta pregunta y cómo nos muestra el camino hacia esta morada, diciéndonos: 25
«Aquél que anda sin pecado y practica la justicia; 26 el que habla con sinceridad en su
corazón y no engaña con su lengua; 27 el que no le hace mal a su prójimo ni presta oídos a
infamias contra su semejante». 28 Aquel que, cuando el malo, que es el diablo, le sugiere
alguna cosa, inmediatamente le rechaza a él y a su sugerencia lejos de su corazón, «los
reduce a la nada», y, agarrando sus pensamientos, los estrella contra Cristo.
29 Los que así proceden son los temerosos del Señor, y por eso no se inflan de soberbia por la rectitud de su comportamiento, antes bien, porque saben que no pueden realizar nada por sí mismos,
sino por el Señor, 30 proclaman su grandeza, diciendo lo mismo que el profeta: «No a
nosotros, Señor, no a nosotros, sino a tu nombre, da la gloria», al igual que el apóstol Pablo,
quien tampoco se atribuyó a sí mismo éxito alguno de su predicación cuando decía: «Por la
gracia de Dios soy lo que soy». 32 Y también afirma en otra ocasión: «E1 que presume, que
presuma del Señor». 33 Por eso dice el Señor en su evangelio: «Todo aquel que escucha
estas palabras mías y las pone por obra, se parece al hombre sensato, que edificó su casa
sobre la roca. 34 Cayó la lluvia, vino la riada, soplaron los vientos y arremetieron contra la
casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada en la roca».

martes, 5 de septiembre de 2017

Espiritualidad Monástica: El prologo de la Rega de San Benito (1/3)

1 Escucha, hijo, estos preceptos de un maestro, aguza el oído de tu corazón, acoge con
gusto esta exhortación de un padre entrañable y ponla en práctica, 2 para que por tu
obediencia laboriosa retornes a Dios, del que te habías alejado por tu indolente
desobediencia. 3 A ti, pues, se dirigen estas mis palabras, quienquiera que seas, si es que te
has decidido a renunciar a tus propias voluntades y esgrimes las potentísimas y gloriosas
armas de la obediencia para servir al verdadero rey, Cristo el Señor.
4 Ante todo, cuando te dispones a realizar cualquier obra buena, pídele con oración muy
insistente y apremiante que él la lleve a término, 5 para que, por haberse dignado contarnos
ya en el número de sus hijos, jamás se vea obligado a afligirse por nuestras malas acciones.
6 Porque, efectivamente, en todo momento hemos de estar a punto para servirle en la
obediencia con los dones que ha depositado en nosotros, de manera que no sólo no llegue a
desheredarnos algún día como padre airado, a pesar de ser sus hijos, 7 sino que ni como
señor temible, encolerizado por nuestras maldades, nos entregue al castigo eterno por ser
unos siervos miserables empeñados en no seguirle a su gloria.
8 Levantémonos, pues, de una vez; que la Escritura nos espabila, diciendo: «Ya es hora
de despertamos del sueño». 9 y, abriendo nuestros ojos a la luz de Dios, escuchemos
atónitos lo que cada día nos advierte la voz divina que clama: 10 «Si hoy escucháis su voz,
no endurezcáis vuestros corazones». 11 y también: «Quien tenga oídos, oiga lo que dice el
Espíritu a las Iglesias». 12 ¿Y qué es lo que dice? «Venid, hijos; escuchadme; os instruiré en
el temor del Señor». 13 «Daos prisa mientras tenéis aún la luz de la vida, antes que os
sorprendan las tinieblas de la muerte».
14 Y, buscándose el Señor un obrero entre la multitud a laque lanza su grito de
llamamiento, vuelve a decir: 15 «¿Hay alguien que quiera vivir y desee pasar días
prósperos?» 16 Si tú, al oírle, le respondes: «Yo», otra vez te dice Dios: 17 Si quieres gozar
de una vida verdadera y perpetua, «guarda tu lengua del mal; tus labios, de la falsedad; obra
el bien, busca la paz y corre tras ella». 18 Y, cuando cumpláis todo esto, tendré mis ojos
fijos sobre vosotros, mis oídos atenderán a vuestras súplicas y antes de que me interroguéis
os diré yo: «Aquí estoy».

Espiritualidad

Buenas tardes
Me gustaría ir introduciendo en el blog algunas entradas sobre espiritualidad; Espiritualidad agustiniana, benedictina, franciscana, carmelitana....Unas entradas que creo que tienen un encanto especial, fecundo, profundo y desconocido; para dar a conocer la vida monástica y religiosa desde la raíz de la misma y no solo de labios de los que ya han dado el salto.
Espero que os guste.