sábado, 21 de febrero de 2009

"Entre la duda y la fe" (Testimonio de una experiencia en un monasterio)

Mayte Fierro Bajo quiere unirse a nuestro blog vocacional con este testimonio, en el que cuenta sus vivencias y reflexiones sobre la vocación durante los cinco días que pasó, en enero de este año, con la comunidad de monjas benedictinas del Monasterio de la Santa Cruz en Sahagún de Campos (León, España):
"En cuanto a mi testimonio de los días pasados en el Monasterio de Sta Cruz de las Benedictinas en Sahagún he de decir que en un principio se trataba de ir a descansar, pues tanto física como psicológicamente me hallaba muy cansada. La novedad me mantenía ilusionada, luego me invadió un nerviosismo inusitado debido a que no sabía qué es lo que iba a hacer y no me sentía preparada.El recibimiento fue muy caluroso y tras conocer a las 10 religiosas que allí conviven me acomodé en la Hospedería.

Me dejaban tiempo libre para descansar, pero yo quería participar de sus actividades, así que en breve tiempo fui adaptándome a sus horarios y actividades. Madrugar no me costaba trabajo, pues estoy acostumbrada a hacerlo, sin embargo la regla del silencio vaya sacrificio que suponía... Siempre me surgían preguntas al respecto de las lecturas hechas en el refectorio y comentarios o dudas sobre sus actividades, y cómo no, se me olvidaba la norma papal del silencio que exige que hasta después del desayuno no se hable... lo que suponía que luego se me olvidara hacer las preguntas correspondientes.

Quería asimilarlo todo y fue tan poco tiempo... (sólo 5 días). Cuando ellas se iban a sus labores, yo solía hacer lecturas de textos de ayuda al discernimiento vocacional : "Elisenda" "El Sermón de la Montaña" etc que luego comentaba con la Madre Abadesa. Dediqué un día a "desierto" otro al "camino" y el resto hacía clausura como ellas. No tengo objección alguna al respecto excepto mi propia inseguridad.

A la hora de irme, la Madre Abadesa me dio un consejo: "CONFÍA y ADORA", no desatiendas la llamada de Dios. Sé que no estoy sola, que Dios va conmigo y sin Él nada soy, pero no sé dónde está mi lugar. Me ofrezco, no obstante, a su disposición. Me falta silencio y oración y sobre todo atención para saber escuchar. Cuando leo sobre las aptitudes que hay que tener para ser contemplativo, estoy convencida de que no es fácil vivir "intramuros".

Me cuesta renunciar al frenesí de la vida actual, me falta humildad y entrega. Paseando por el patio del claustro templando mis huesos al sol de invierno medité sobre el tipo de vida que allí se vivía. Sentada sobre el pozo dediqué mis pensamientos a la vida que me gustaría tener, parecía que estuviera esperando a que Jesús apareciera para darme "SU" agua viva, que Él es el único que puede saciar esta sed de amor, llenar este vacío y dar la satisfacción que no colma el anhelo de compromiso con una vida entregada a los demás. Me gusta ayudar, sentirme útil, pero ¿dónde mejor? ¡Quién sabe! Dios tiene la última palabra.

El miedo inicial y la inquietud dieron paso a la serenidad de espíritu y a la relajación física. Me integré con facilidad en la vida monástica, pero la duda no ha dejado de asaltarme a la hora de una mayor implicación. La duda y la fe ¡qué débil esta fe Señor! Soy cristiana practicante, creo en las enseñanzas de Jesús, pero vivirlas hasta el extremo... eso ya no es tan fácil ¿entonces soy falsa? ¿es fingido todo o actúo así para agradar? ¡NO!, si no lo sintiera y viviera desde dentro no podría mantener mucho tiempo esa actitud, sólo que me parece que mi forma de vivir el cristianismo es muy "light" "sin compromisos serios".


Es cierto que solos no somos nada, ni nada podemos, pero optar por Cristo implica renuncias, y es ahí donde aún no estoy dispuesta. Dejarlo todo y seguirle requiere una capacidad de entrega de la que yo carezco, por mucho que mi actitud sea acorde en otros aspectos. La duda me puede, la fe no es tan fuerte ni tan grande como me gustaría. Sólo me resta seguir pidiendo fuerza, y rezar para ser mejor persona cada día y hallar mi camino para dar lo mejor de mí misma siendo útil a los demás. Sigo abierta a las distintas posibilidades de seguir al Amigo que nunca falla.

Señor, sé que tengo buenas intenciones, que mi corazón está contigo y con los necesitados, pero ¡cuánto me cuesta dejarlo todo por Tí! y eso que sé que eres el Camino, la Verdad y la Vida, y que quien pierde la vida por Tí la ganará, pero saber no es lo mismo que darse por entero.

Señor, dame la fuerza necesaria para ser fiel a tus mandatos, para saber levantarme cuando las debilidades me venzan. Que no me canse de amar a todos y sobre todo a los más necesitados de cariño.

"Señor, estoy aquí no sé bien a qué me compromete,
sé Tú mi luz en las tinieblas, dame fuerza para seguir tus pasos
me siento como un niño desvalido y me da miedo el compromiso que Tú exiges
Si Tú caminas a mi lado, no desfalleceré,
no me asustarán los peligros, pero me falta fe, me falta compromiso, entrega y humildad.
Tú que ves en lo escondido, mira en mi corazón y ayúdame a serte fiel"

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