sábado, 21 de agosto de 2010

Programa de vida espiritual



Sentimos la necesidad de hacer algo para cambiar, el problema es que no sabemos por dónde comenzar.


Todos las personas estamos llamadas a la santidad, Dios nos llama a la perfección, Cristo nos lo dice claramente: "Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto".

Estas son palabras que no dejan duda alguna. Todos los creyentes, independientemente de nuestro estado o condición de vida, tenemos que ir creciendo para alcanzar la plenitud de la vida cristiana.

Sería bueno pensar en cómo se encuentra nuestra vida cristiana para luego emprender el camino hacia la perfección.

Este crecimiento nos puede parecer muy difícil, pero ¡son tantos los medios que tenemos!. Algunos de ellos son esenciales, tales como; la lucha contra el pecado, estar alertas para no caer en tentaciones, acudir a los sacramentos frecuentemente, ya que la vida sacramental nos fortalece; luego, las buenas obras, que nos alcanzan méritos allá en el cielo; y por supuesto, la oración, ese diálogo con Dios en donde se pueden encontrar las fuerzas necesarias y pedir aquellos dones que nos hacen falta, ¡tenemos tantas carencias!.

Además de los esenciales, tenemos otros medios, los secundarios. Que pueden ser internos, entre los cuales encontramos: la presencia de Dios en nuestra alma, el examen de conciencia para conocer nuestras debilidades o fallas, tener el deseo de alcanzar la perfección, pues sin esto no vamos a ir muy lejos, estar conformes con la voluntad de Dios, es decir, aceptar Su plan para mi, por muy difícil que sea, ser fieles a la gracia recibida, mejorar el propio temperamento, trabajar en la formación del carácter.

Luego, tenemos los medios externos. Estos son la lectura espiritual, mediante la cual podemos ir conociendo nuestra fe, el círculo de amistades, hay que saber escogerlas bien, la dirección espiritual cuando sea posible, el servicio a los demás y el plan o programa de vida.


Programa de vida espiritual

Muchas veces hemos sentido que algo anda mal con nuestra vida espiritual. No sabemos exactamente qué pasa, pero no estamos contentos con nuestra relación con Dios.

De este sentimiento surge la necesidad de hacer algo para cambiar la situación. El problema es que, a veces, no sabemos ni por dónde comenzar.

Vivimos con tanta prisa, que ni tiempo tenemos de pensar en qué tenemos que cambiar, ni cómo hacerlo, ni por dónde empezar.

¿Queremos cambiar nuestra vida? La solución es fácil. Comencemos por hacer un plan o un programa de vida.

Pero, ¿qué es eso? Eso, no es otra cosa que un programa de vida espiritual resultado de un autoconocimiento. Cada quien debe realizarlo, después de meditar en qué es lo que le aparta de Dios. Debe ser concreto y realista, sin divagaciones, sin justificaciones, es un trabajo espiritual, fruto del conocimiento de sí mismo.

Con el plan de vida, que poco a poco, vamos descubrir cómo hacerlo, vamos a poder hacer los cambios necesarios para eliminar esos defectos que a Dios no le gustan de cada uno. Entonces, tendremos una mejor relación con Dios, con nosotros mismos y con los demás.

En el plan de vida debe existir un objetivo, una meta, un ideal al que se tiende. Para establecerlo, hay que descubrir muchas cosas y conocer el camino para trabajarlo.

Aquí podremos ir aprendiendo cómo hacerlo, cómo trabajarlo. Como resultado, obtendremos una mayor paz interior, una mayor alegría.



*Catholic.net

1 comentario:

  1. Si... hermana... es necesario que hagamos una revisión... un recicleje..para ir limpiando y tomando conciencia de todo aquello de nuestra conducta y hábitos, de nuestra persona y sentimientos que nos distancian de DIOS.
    A mi también me ayuda mucho hablar con amigos espirituales, sacerdotes o monjes que iluminan con consejos y observaciones mi camino desde su experiencia de DIOS.
    Comunicarnos es bueno... así tomamos más conciencia de lo que nos ocurre al sacarlo a fuera... nos enfrentamos a todo lo que llevamos encima...

    Un abrazo en CRISTO, hermana.

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