domingo, 23 de agosto de 2009

Testimonio de Cintia

Jesús sea en sus almas:


Mi nombre es Cintia soy de Rosario, Argentina. Tengo 17 años y el 2 de noviembre cumplo 18.
Bueno, uno de los Sacerdotes del blog me ofreció si quería escribir un testimonio vocacional acá en el blog…y bueno acá estoy para contarles brevemente esta historia de amor con mi Jesús amado…
Todo ocurrió un 28 de diciembre de 2005 cuando después de una hermosa convivencia cuando íbamos a partir de regreso a nuestras casas, el sacerdote de nuestra comunidad nos invita a ir al Monasterio de las Hnas. Carmelitas que estaba junto a la casa de retiro en la que estuvimos. Las Hermanitas nos atendieron con mucha alegría… nos atendió la Hna. Gaby, que es la Maestra de Novicias… pasamos al locutorio… éramos como 50 en el locutorio… y bueno ella se presenta, presenta a la congregación y nos pregunta si teníamos algo para preguntarle. Y yo no se porque, levanté mi manita y le dije: ¿cómo descubriste tu vocación?
Si me preguntan que me respondió la Hna. Gaby sólo mi Dios lo sabe porque no lo recuerdo, sólo recuerdo el amor de mi Dios latente en mi corazón… estaba en ese lugar pero no estaba….en ese hermoso recogimiento sentí una voz en mi corazón que me decía que eso era lo que quería para mi…
Cuando caí donde estaba y regrese a esa realidad, mis compañeros se estaban retirando y solo quedaban mis coordinadores saludando a la Hna. Yo me quedé sin palabras… estaba en shock…mis compañeros me preguntaban que me pasaba y yo les respondía que nada… así estuve todo el viaje. Cuando regresé a mi casa lo mismo nada… cuando veo a mi papá lo primero que hago es ir corriendo a abrazarlo y a llorar y a decirle que lo había extrañado mucho… no sabia que hacer…tenia mucho miedo… así estuve unos cuantos días… hasta que empecé a negarme todo lo sucedido… para mi todo nunca había pasado… y bueno pasaron así 4 largos años.
Sin embargo, siempre había algo que me hacía recordar ese hermoso momento que me había llenado y recogido tanto el alma… y bueno, no pude soportar más el amor de mi Dios en mi corazón. Algo me impulsaba y lo hable, me comunique con las Hnas. Volví por completo a mi Dios… Pase y paso por grandes cosas… es difícil pero, como dice Santa Teresa de los Andes: “El sufrimiento no me es desconocido allí encuentro mi reposo y alegría pues en la Cruz se encuentra Jesús y ¿que importa sufrir cuando se ama?”
Estoy muy feliz y enamorada de mi Dios, ya hace un año que realice mi discernimiento vocacional en el cual me acompañaron las Hnas. Carmelitas de Ecija y en febrero comencé con mi acompañamiento espiritual para ingresar al Monasterio. Hoy soy Aspirante a Carmelita, soy muy feliz por todo lo que mi Dios me ha dado y me da y me siento muy indigna de mi Dios, con mucha frecuencia me comparo con los grandes Santos y nuestros Santos padres y veo que yo no tengo nada que ofrecerle.
Pero si Él me llama a mi, que no tengo nada para darle, le ofrezco esto… no tener que ofrecerle…y decirle que sí… constantemente como María nuestra reina, Madre y hermosura del Carmelo, mi desierto amado lleno de flores y el manantial de agua viva que es Jesucristo mi amado…mi prometido…
Y allí en ese lugar tan hermoso poder cumplir lo que Él me pide… Ser su jardín cercado donde pueda morar y encontrar consuelo.

Muchas gracias que el Espíritu Santo los guíe hacia la felicidad eterna que es Jesucristo y que con el fuego de su amor los ilumine y les conceda todos sus Dones.

Cintia

1 comentario:

  1. Nada hay más grande que el amor de Dios, el llamado a seguirle desde la vocación religiosa no es fácil, porque a veces se siente que se puede defraudar a Dios, con este bello testimonio, vemos que Dios existe porque quien más que él para mover los corazones?, nada ni nadie nos mueve tanto como el amor de nuestro creador. Que Dios bendiga a esta hermanda, que le abrió su corazón a Dios a muchisimas otras que estan enamoradísimas de Cristo Dios.

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