martes, 8 de septiembre de 2009

Testimonio desde un Carmelo Descalzo (Parte II)


Así pues, las Carmelitas Descalzas tenemos la obligación especialísima de rezar por la Iglesia, el Santo Padre, los sacerdotes, los fieles todos, los incrédulos, los pecadores… Es impresionante la de gente que se acerca al torno a pedir oraciones.

Pero todos los cristianos tenemos el dulcísimo deber de recurrir a la oración para presentar nuestras necesidades, para encontrar el consuelo de nuestra penas y sentir el amor infinito de todo un Dios que se queda hecho Pan encerrado en el Sagrario para que nosotros, para que tú, te acerques a El.

Por supuesto todo esto no quiere decir que no hagamos todas esas cosas necesarias y buenas…”a Dios rogando y con el mazo dando”.Una nota muy característica del Carmelo es la alegría. La alegría que es perfecta a medida que una se va olvidando de si para entregarse más y más el Señor. Dicen que la juventud de hoy tiene miedo a entregarse, que es floja,… tienen razón. Pero cuando se nos muestra la radicalidad del amor del Señor a nosotros desde la Cruz, nuestro corazón se lanza sin miedo porque tiene sed de amar y de ser amado. Así que si hay chicas “normales”, con carreras, con estudios, alegres y simpáticas que lo dejan todo…bueno dejan el mundo para coger lo de Dios, lo del Cielo. Si bien se mira es más que ganar la lotería. Nada hay en esta vida que se pueda comparar a la maravilla que es el ser llamado por Dios.

¿Quieren que “aterrice”?. Yo sentí la llamada por primera vez con 14 años, pero no quería entregarme a Dios, quería ser médico, casarme y tener muchos hijos. Poco a poco el Señor me fue enamorando y conduciendo suavísimamente hacia Él. Conocí un grupo consagrado a la Virgen María en la universidad y María me llevó a Jesús. Es un grupo maravilloso de chicos y chicas del que han salido muchos matrimonios, sacerdotes, monjas,… Empecé la carrera con la que disfruté muchísimo, como quien estudia con gusto un verso precioso, aunque yo ya sabía y estaba deseando entrar en el Carmelo, pero determinadas circunstancias no me permitieron entrar antes. Por fin con 19 años se me abrieron las puertas de este palomar, los brazos de la Virgen o el Corazón de Jesús que todo es una misma cosa.

Dejé lo poco que tenía, lo más que tenía, mis padres y hermanas, los estudios, el baile (desde muy pequeña “estudiaba” danza española), los amigos… y gané… a Dios, la felicidad y todo lo que dejé lo gané en Dios. Eso sólo lo puede entender quien lo ha vivido, pero es cierto ¡créanme!

Ahora han pasado casi 5 años y acabo de hacer la profesión Solemne… para siempre, para siempre, para siempre. Ahora a la gente le da miedo entregarse para siempre, pero es porque no conocen el amor. El amor de Dios. Igual que pasa en el matrimonio…”para siempre”, “eternidad”, “perfecto” son propiedades exclusivas de Dios, el hombre por sí mismo es imperfecto, frágil, débil pero unido a Dios… sí puede. El matrimonio no puede perseverar si no se fundamenta en Dios, y lo mismo pasa con la vida religiosa.

Al hacer la profesión perpetua, yo le he dado al Señor mi SI, pero El también me ha dado su “SI” y El es fiel. El llena mi corazón hasta hacerlo estallar de alegría y felicidad. El Señor me ha cautivado, me ha enamorado de tal manera que ya no tengo otro amor que El, ya todo lo mío es suyo y lo suyo es mío. Su poder y su misericordia y también sus oprobios, indiferencias y olvidos con que El es ofendido.

Así es Dios, y nos está esperando a todos, a cada uno en particular porque para Dios sólo existe el individuo. Sólo existo yo, o sólo existes tú, porque Dios es infinito ¡Qué bueno es Jesús! Vete a Él, vete a Él.

2 comentarios:

  1. Querida Hermana jesus sea siempre en tu alma y en tu corazón...sencillamente tus palabras reflejan la sencillez de la vida en el Carmelo...tu testimonio muestra lo enamorada que estas de Jesus y lo más bello que trasmitis tu alegria por medio de él...
    Muchas gracias por compartir...Que Jesus te colme de eterna bendiciones...y que Nuestra MAdre Maria reina y Hermosura del Carmelo siempre te proteja...

    Un abrazo en Jesus

    Cintia. Aspirante a Carmelita Descalza.

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  2. leer tu testimonio me llena de alegria y esperanza.........aprovecho para pedirte oracion...y poder dar el paso q Dios me pide.....gracias por compartir tu vida con nosotros....

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